miércoles, 10 de octubre de 2012

Cobarde.

"Hola"

Así tendría que haber empezado.

Unas cervezas en el bar de la esquina. Hablar de cosas intrascendentes: el tiempo, los estudios...un "¿que música te gusta?"

Volver a quedar unos días después. Un café, conseguir sacarle esa sonrisa fácil que le aflora en la mirada, deleitarse con la manera en la que se coloca el pelo detrás de la oreja, regalándote la imagen que te asaltará cada minuto hasta tenerla delante de nuevo.

Poco a poco te das cuenta. Si no la ves, el día esta vacío.

Pasan las semanas y le dejas caer torpemente que sus ojos son el último pensamiento de cada noche y el primero de cada una de tus mañanas. Que su perfume te envuelve por la calle y te giras buscándola, antes de entender que era solo su recuerdo.

El corazón late desbocado en tu pecho mientras recorres esos centímetros infinitos que os separan, antes de sellar sus labios con un beso, el primero de muchos. Y cuando te echas hacia atrás sonríes como un bobo enamorado, por que el mundo es mejor.

Los meses vuelan y las caricias nunca sobran, los gemidos al oído nunca faltan Dejas que noche tras noche duerma entre tus brazos mientras saboreas su respiración, que ya es tu banda sonora preferida.

París, Venecia o Nueva York, a su lado todo es posible...

Un simple "Hola" hubiera bastado, pero ya pasa a tu lado alejándose y nunca serás más que aquel tonto a quien sonrió de paso.

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