domingo, 14 de octubre de 2012

Delirios de madrugada


Hay historias sin comienzo, cuyo final te sorprende incluso antes de comenzar a pensar donde coño estas parado y porque todo a tu alrededor parece girar a un ritmo diferente.

Dicen que la felicidad esta en los detalles.  Unas cervezas, dos palabras. Un beso robado en el portal de su casa. Oír la lluvia tras la ventana, sintiéndote a salvo bajo la manta.

Una página en blanco y un boli con apenas tinta para unas pocas líneas. Insuficiente para algunos, a mí me sobran todas.

En la cuarta calada de la sexta pinta me di cuenta por fin de donde estaba, quien era, y lo que me faltaba. Pero me sobrevino de madrugada, el alcohol me abrazo en sueños y las ideas huyeron de mí, asustadas.

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