miércoles, 29 de agosto de 2012

De tripas corazón

Hoy escribiré sin filtro. Lo que surgido de una mala noche (o buena, depende como se vea) a las tantas de la madrugada, cuando hace rato la sensatez se ha ido a dormir y los recuerdos bailan al son del alcohol mientras intentas acallarlos a base de bocanadas de humo. Ahí os va...



No lo entiendo. Soy incapaz de pasar la noche al lado de una mujer y desear levantarme a su lado por la mañana.

Es algo irracional, del mismo modo que no puedo dormir con un brazo colgando fuera de la cama por ese terror infantil a que un monstruo me la coja.

Quizás es que estoy roto. Pero de ser así, llevo años estropeado. Desde la primera vez que tuve que reconstruir mi corazón destrozado en fragmentos irregulares...puede que se me olvidase algún pedazo.

O que ella se lo haya quedado. ¿Por que no? Le pertenecía. Yo se lo entregué.

¿Y ahora que hago? ¿Como se le pide a alguien que te devuelva el trozo de corazón que nunca la abandonó? ¿Que le digo? Ya me lo imagino...."Busca debajo de tu almohada, seguro que está ahí. Por eso sigues apareciendo en mis sueños cada tanto"...

A lo mejor no estoy hecho para estas cosas. Puede que en mi cama nunca hubiera sitio para dos y el engañarme me ha llevado a esto.

Quizás ese trozo de corazón nunca existió...o quizás, solo quizás, me aferro a esa idea como a un clavo ardiendo, por que reconforta. De otra manera significaría...